SINOPSIS Alegrijes y Rebujos La Historia Una historia llena de imaginación, aventuras y misterio ¿Crees en los fantasmas? ¿Te atreverías a entrar en un lugar embrujado? Pues verás; cerca de donde vive Sofía, hay un lugar que despierta la fascinación de propios y extraños, una sombría mansión que, según cuenta la leyenda, perteneció a un millonario excéntrico llamado Darvelio Granados, quien murió hace muchos años y cuyo espíritu, aseguran algunos, aún ronda la casa. Con una madrastra celosa, un padre que apenas le hace caso y un hermano bastante odiosito, Sofía ya tiene suficientes problemas como para ponerse a averiguar si en realidad hay fantasmas en esa mansión, ¡y menos cuando ve a Chon! Con sólo verlo se le ponen los pelos de punta. Chon, un extraño sujeto que fue sirviente de Don Darvelio, parece ser el único habitante de la casa. Sin embargo, un fortuito incidente obliga a Sofía a entrar a escondidas en la mansión para recuperar uno de sus tesoros más preciados: la foto de su mamá, fallecida cuando Sofía era apenas un bebé. Además de llevarse unos buenos sustos, Sofía conoce allí a una persona maravillosa, el pequeño y “salvaje” Alfonso, sobrino-nieto lejano de Chon, quien acaba de llegar de Oaxaca para que su tío-abuelo “lo enseñe a ser un hombre de bien”. Para su gran asombro, Sofía y Alfonso descubren que Don Darvelio no está muerto. De hecho, es él quien, en los últimos diez años, se ha divertido de lo lindo asustando a todo el vecindario. El anciano, tras pasar toda una vida acumulando dinero, prestigio, aburrimiento y desamor, tuvo un cambio dentro de sí que le devolvió el corazón y los mejores sentimientos de un niño. Don Darvelio encuentra en Sofía y Alfonso la alegría que había estado buscando durante sus largos años de reclusión. Para él, ellos son un par de “Alegrijes”, una palabra de su propia invención con la que designa a las personas que disfrutan de la vida y el juego, que nunca pierden la esperanza, que comparten todo en las buenas y en las malas y que conservan el don maravilloso del asombro. Con travieso buen humor, Don Darvelio juega con la palabra “Alebrijes”, que son unas figuras imaginativas y fantasiosas de la artesanía mexicana, y con el simple cambio de una letra, la transforma en una palabra nueva que encierra toda una actitud de vida, con la alegría como su centro. Y para identificar a los no “Alegrijes”, Don Darvelio tiene otra palabra, “Rebujos”, que son las personas que sólo persiguen las cosas materiales, que cultivan la envidia y el egoísmo, y que están enredados en todo, menos en la búsqueda de la verdadera felicidad que sólo se encuentra en el amor hacia uno mismo y hacia los demás. Así, en el transcurso de esta maravillosa historia, veremos cómo los Alegrijes tratan siempre de conservar en su corazón los mejores sentimientos de la niñez, y contraponen sus valores a las actitudes negativas de los Rebujos: la sencillez contra la complicación; la honestidad contra la corrupción; la imaginación contra la limitación, y la alegría contra de la adversidad y el tedio. Don Darvelio, con Chofis y Alcachofa (como llama cariñosamente a Sofía y Alfonso), vive increíbles aventuras que comparten con los demás niños del barrio: la pequeña Nayeli y su hermano Ricardo, Ernestina, el regordete Pablo (“El Chuletón”) e inclusive con Esteban, el antipático hermano de Sofía. Al ir conociendo la historia de cada uno de los niños, y darse cuenta de que sus padres están convertidos en unos verdaderos Rebujos, Don Darvelio decide transformar su mansión en un Centro donde todos, chicos y grandes, puedan convivir y compartir con otros la magia de ser Alegrijes. Pero no estará solo, contará con el apoyo de dos excelentes colaboradores: una bella maestra de música llamada Angélica (una auténtica Alegrije que tiene por novio a Rogelio, un abogángster de lo peor y Rebujo consumado) y el instructor de educación física, Bruno, quien, a pesar de haber sido un niño de la calle, ha logrado salir adelante por sus propios méritos. Entre Angélica y Bruno surgirá un tierno amor Alegrije... pero que será puesto a pruebas muy, pero muy Rebujas. La salud de Don Darvelio comienza a deteriorarse, en gran parte debido a la llegada de la malvada Helga, su antigua esposa, quien lo odia a muerte. Además de ser una Rebuja irredenta, Helga también es Rebruja, pues conoce algunos oscuros secretos para causar el mal. A la muerte de Don Darvelio, Helga ve la oportunidad ideal para apoderarse de todo y echar a perder los sueños que el anciano dejó sembrados en el Centro Alegrijes. Pero la magia (¿o la imaginación?) que envolvía al lugar sobrevive, creando una fantástica, emocionante y divertida lucha de fuerzas entre los Alegrijes y los Rebujos. Para triunfar contra todas las artimañas de Helga y sus rebujísimos aliados, los niños deberán echar mano de lo mejor de sí mismos. La amistad, los valores familiares, la sinceridad, la sana competencia, la música, la alegría, y el amor, serán sus armas principales. Sólo con su espíritu alegrije, los niños serán capaces de salir delante de los retos, trampas y hechizos rebujos, a los que deberán enfrentarse en este relato colmado de historias de amor, de melodrama, de suspenso y sobretodo, de diversión. Oye, por cierto, todos tenemos un poquito de los dos. ¿Y tú? ¿Eres más Alegrije... o más Rebujo? ¿No lo sabes aún? Pues esta historia llena de imaginación, aventuras y misterio te ayudará a descubrirlo. por: Miguel Ángel Solá | |  EL ELENCO Jaqueline Bracamontes - Angelica Luis Roberto Guzmán - Bruno Eugenia Cauduro - Mercedes Miguel de Leon - Antonio Arath de la Torre - Matías Olivia Buccio - Tere Sebastian Rulli - Rogelio Raquel Pankowsky - Consuelo Adriana Laffan - Flor Luz Elena Gonzalez - Irina Rosa María Bianchi - Helga Héctor Ortega - Don Darvelio Rubén Cerda - Fito Roxana Castellanos - Elvira María Chacón - Sofía | Salvador Sánchez - Chon Miguel Martínez - Alfonso Diego González - Ricardo Michelle Álvarez - Ernestina Antonio Hernández - Pablo Jesús Zavala - Esteban Allison Lozano - Allison Jesús Zavala - Esteban Nora Cano - Nayeli Michelle Alvarez - Ernestina Achú - Achú Margarito - Récifus Don Chirrión - Don Chirrión Alegrije - Alegrije | |
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LOS ALEGRIJES 
Alfonso, ‘Alcachofa’ ¡¡Si me dicen ALFONSO PASCUAL, ni caso les voy a hacer; si me llaman Alcachofa, segurito los volteo a ver!!... Soy del campo, allá nací hace diez añotes y pa’puro pasar vergüenzas, mi abuelita me mandó a la ciudá. Yo que andaba no’más trepado en el monte, ora tengo que dar cuenta de que no sé ni leer ni escribir... Pero está bien suave vivir aquí, porque vine a caer en la mera mata de los Alegrijes. Ellos me aguantan así como soy, porque no se crean, digo las cosas como me nacen y luego m’echo mis buenos entres con algunos rebujillos que hacen injusticia y media. A falta de padres, en el Centro Alegrijes, ya m’hice de un familión a todo dar y junto con pegado, aquí anda la Chofis, que me trae cacheteando las banquetas. 
Sofía, ‘Chofis’ Tengo diez años y me divierte un chorro que me digan Chofis, pero me llamo SOFÍA DOMÍNGUEZ. Soy súper Alegrije... ¡por aventada!... hay pocas cosas que me dan miedo y cuando me propongo algo, le echo ganas hasta que me sale bien; me encanta ayudar a mis amigos cuando se meten en líos... ¡Pero lo que más me fascina es ver felices a los demás!... Por eso me saca de onda que mi familia sea medio Rebujita... Esteban, mi medio hermano es bien pesadito y me da mucha lata... ¡siempre consentido y mimado por Mercedes!, mi madrastra que, por cierto, no me trata muy bien que digamos. Adoro a mi papá, Antonio y quiero verlo feliz, pero en la casa las cosas no pintan nada bien y parece que nada de lo que hago ayuda... menos mal que tengo al Alcachofa, que me encanta... ¡pero no se lo digan ¿eh?... porque me muero de la pena!

Ricardo Sería chido salir en los periódicos: “A sus diez años, RICARDO SÁNCHEZ es campeón goleador”. Mmmm... ni soñando, me encanta el fut, pero en la tele, porque no sé ni cómo patear el balón. A veces me siento rebujillo, porque igual no le echo ganas a las cosas y me da miedo estar “fuera de la jugada” y es que mis jefes no tienen lana y son un desgarriate... ¡Pero juro que quiero ganar siempre y a como dé lugar! Sobre todo, al Alcachofa le tengo que bajar a Chofis... ¡yo la vi primero! Mis papás son Matías y Elvira que no tienen mucho dinero y me latería mucho ser una estrella del deporte para ayudarlos con más lana... ¡a ver si así se dejan de pelear todo el tiempo!... y tengo una hermanita que se llama Nayeli. No crean que soy Rebujo completo, también tengo mi parte Alegrijita: estoy empeñado en descubrir pa’qué soy bueno. 
Esteban ¡A mis nueve años, yo, ESTEBAN DOMÍNGUEZ, fácil consigo lo que me da la gana: lloro, grito, berreo y si eso no funciona, me hago el enfermo! No soporto a mi media hermana Chofis y aunque mi mamita Mercedes sabe que soy ¡lo máximo!, Antonio, mi papá, la defiende y ¡eso me choca!. Sepa porqué, pero a veces siento que nadie me soporta y siento gacho, pero me aliviano haciéndole la vida imposible a todo el mundo y si me dicen que soy Rebujísimo... ¡me vale! 
Pablo, ‘el Chuletón’ ¡¿Cómo creen que soy si me dicen “el Chuletón”?!... ¡Pues saaabrooosón!... No, ya en serio, me llamo PABLO MALDONADO, tengo nueve años y soy... soy... ¡un gordito simpático que vive del pambazo, la garnacha y el taco!... Pero, como dicen, no lo heredo, sino lo hurto, o ¿al revés?... bueno ¡como sea, pues!, pero a mis jefes, Fito y Florcita, los conocen como los gordos Maldonado o como los “zares” de la fritanga, que de eso vivimos. No, ya en serio, para mí la vida es como... ¡una hamburguesa con doble queso, lechuguita y papitas!... No, ya en serio, creo que ser Alegrije es como... ¡una buena barbacoa, con su salsita molcajeteada!... ¡¡¡Es que no puedo dejar de pensar en comida!!!... 
Ernestina, ‘Tina’ ¡Ay, no!, pero... ¿qué les voy a decir de mí?... Me llamo ERNESTINA GARZA y tengo nueve años... ¡Pero es que... ¿qué más digo?!... Soy feuchita, desabridona... y de gracias... ¡ni hablar!... no tengo ninguna. Soy hija de Tere Aguayo y de un señor Garza, del que no tengo el gusto, porque creo, aunque mi ma´ ni lo menciona, que nos dejó hace mucho. Yo no sé qué hago entre los Alegrijes, porque soy bastante Rebujita... ¡Ojalá algún día me parezca en algo a Chofis, ella sí es una gran Alegrije! 
Nayeli Yo tendría que llamarme Alegrijita, no NAYELI SÁNCHEZ, porque a mis siete años, no hay quien me pare. O... ¿a poco, no? Mis papis son Elvira y Matías y mi hermano es Ricardo. Para mí, el chiste es andar en la fiesta todo el tiempo. Se me hace padrísimo reírme de cualquier bobada y me aburro en grande cuando me obligan a portarme seria y educadita... ¡esas son Rebujeces! Eso sí, a veces la riego, porque abro mi bocota cuando no debo, pero ¿qué quieren?... yo, como veo las cosas, las digo. 
Allisson ¡¿No me quieren porque soy Rebujísima o soy Rebuja porque nadie me quiere?! No sé ni me importa, el caso es que yo, ALLISSON REBOLLEDO, me gusta tener fantasías terroríficas y compartirlas en forma de “inocentes” historias. Así, atrapo a los demás en las redes de mi súper imaginación y luego, con la ayudadita de Helga, los confundo al grado de convencerlos que mis historias invaden la realidad... ¡¿Se arriesgan a que les cuente un cuento?! |
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